Son tantas las personas que me han hablado de la pesadilla que me he llegado a sentir extraño por no haber experimentado ninguna noche ese vacío inconsciente.
Angustia corrosiva y dañina al darme cuenta que mi vida presente es una caída hacia un vacío sin poder agarrarme a nada. Aún habiendo amado lo siento. Aún teniendo mi propia filosofía de vida, una comprensión del mundo incomprensible de la que me siento orgulloso, una vida cómoda repleta de oportunidades y proyectos.
Sigo mirando adicto a las evasiones de los días de autodestrucción, mirando y escudriñando uno por uno a cada uno de vosotros.
Estoy mirando mientras caigo al vacío, pero no logro encontrar cuál es la cuerda que os sostiene.
El Vendedor de Versos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario