jueves, 21 de julio de 2011

Números primos

Ya no recuerdo la última vez que sentí tan apremiante la necesidad de escribir. La sensación de tener que hacerlo cuando apenas hace una hora que te marchaste. Quizá porque llenas mis espacios vacíos completándolos como nadie, encontrando piezas de mi rompecabezas desordenado. Y aunque no sea ahora quisiera que siguieras llenando mis espacios. Tú vives en una canción de Bon Iver o de Ferraby Lionheart, tú vives en cada verso de Charly Efe. En mí, en mis soledades, en las mañanas que no estés, en los momentos que vendrán y serán menos perpetuos si no los comparto contigo. No estarás vistiendo de sencillez ni con sonrisas la artificiosidad de los días tristes, en los que nada pasa.
Y así, sin esperarlo, como vienen las cosas importantes que apenas se imaginan apareciste. Fugaz como el beso que te di con la excusa más burda del mundo, quedándome trastocado preguntándome por qué antes no te di cien más como esos.
Tú y yo somos dos números primos como en la novela de Paolo Giordano, separados siempre por un número par que reside en tu mente y te sigue haciendo daño, y que nos distancia y no permite tocarnos.
Te echaré de menos.

El Vendedor de Versos.

No hay comentarios: