viernes, 25 de marzo de 2011

La dictadura

Lejos ya del único canal televisivo de la dictadura, enciendo la pantalla y tengo a mi alcance cuarenta canales gratuitos. Igualmente monotemáticos y fraudulentos que hace cuatro décadas desde el NODO, hago zapping y encuentro una oferta insultante. Infinidad de opciones que van desde el más repugnante amarillismo al puro insulto de la dignidad y la inteligencia humana. El pueblo aplaude el contenido que a la dictadura le interesa difundir. El pueblo celebra mediante audiencias millonarias su programación. Y entiendo como programación también, la que se produce en la mentalidad social a través de la nutrición que su ocio proporciona. Y es que somos lo que comemos, y el cerebro también come. Y come mierda. Crían polvo los versos de los poetas en las estanterías. Crían malvas las utopías, las emociones y el amor.
Reinventada la dictadura, se refunda aún cuando está más que probada su invalidez. La dictadura global de los mercados y del sector financiero, del capitalismo desaforado, ha conducido a una crisis sistémica que requiere un cambio y no una burda serie de operaciones estéticas.
La dictadura repite mediante su infinita hipocresía el uso de guerras en nombre de la libertad. La misma libertad que predican, no es otra que la del cambio de dictadura que tanto interesa a la dictadura global. No es para nada sorprendente la resolución de la ONU si de un país árabe se trata, para iniciar una guerra descontrolada y con muertos civiles que nadie lamenta si sus cadáveres llevan marcados la firma de las Naciones Unidas. Mientras, Costa de Marfil también se desangra. Mientras, dictaduras criminales de amigos de occidente perpetran horrores en África y en Asia, en Suramérica, incluso en países de Occidente, en manos de gobernantes asesinos. Y siempre habrá atrocidades silenciadas si a la dictadura de los mercados interesa.
La educación mal llamada, se torna en instrucción formativa orientada al éxito y mantenimiento de la dictadura. Y las bases del cambio se vuelven inexistentes porque la base de las futuras generaciones ya está podrida.
Los brazos de la resistencia yacen cortados en arcenes. La juventud rendida y aletargada bajo el manto de las redes sociales y el consumo, bajo la indulgencia y la indiferencia regada de egoísmo, no habla ya de revolución, mucho menos de responsabilidad social. Qué lejos nos quedan Martin Luther King, Mandela o Ghandi.
Los artistas comprometidos pasaron a la historia y se venden por subir al pedestal de la dictadura. Su repercusión social solo es un vehículo, un medio que tiene como fin aumentar su codicia. Silencio y superficialidad a cambio de dinero.
Los movimientos políticos corruptos y enfermos de poder siguen riéndose mientras roban y permanecen sentados viviendo de los recursos de todos.
La dictadura de hoy se viste de libertad. Se viste y esconde tras las multinacionales, la banca y el sistema financiero. Se maquilla y se vende desde sus medios de comunicación.
Y nosotros, cómplices de sus espantosas obras y responsables de su continuidad, seguimos aplaudiendo, cambiando de canal si algo no nos gusta. Y ese es el acto de cambio más revolucionario que se lleva a cabo, sentado desde un sofá.

El Vendedor de Versos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No crec que això sigui cap dictadura... som lliures de posar la televisió i, si la posem, canviar o no de canal. És la nostra elecció.
Mai deixis d'escriure, hombredehojalata.
Ja ho saps, t'estimo un poquet poquet.

oxymorron dijo...

No som lliures per per decidir el nostre camí, som presos de la nostra educació i els estímuls que rebem, i això està controlat per sistema capitalista. I és que després d'una jornada dura d'explotació assalariada (sistema capitalista) lo que fem és seure al sofa i veure la televisió, no importa que veiem sinó esvaïr una mica la nostra ment. La dictadura no és a base de repressió és més sutil però més eficaç. A l'escriptor d'aquestes línies si li interessa el tema dels "xupasangres" occidentals li recomano una lectura "las venas abierta de latinoamerica" és una obra mestra d'Eduardo Galeano, la base del sistema capitalista que avui coneixem.

JL dijo...

jajajaja buenísimo,estoy de acuerdo en todo... un cambio global ..lejano y utópico en este sistema corrupto... suerte que no depende todo de ellos..suerte que aún hay mentes despiertas que saben ver más allá...