domingo, 25 de julio de 2010

Me

Valórame. Quiéreme. Fóllame. Flagélame. Sonríeme. Háblame. Léeme. Pésame. Júzgame. Cuéntame. Confiésame. Enamórame. Siénteme. Llámame. Paséame. Muérdeme. Acaríciame. Lámeme. Suéñame. Grítame. Susúrrame. Convénceme. Víveme. Interésame. Sedúceme. Olvídame. Tortúrame. Y finalmente... mátame.

El Vendedor de Versos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

y la pedazo palabrota...¿a qué se debe? Ya te vale.

Anónimo dijo...

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto y por sabor.

Sin un temblor de más,
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.